miércoles, 28 de diciembre de 2016

TECNICAS DE VENTA Y DE SERVICIOS AL CLIENTE




Tips para prospectar


• Productos o servicios
• Búsqueda de clientes
• Capacidad de decisión

Para iniciar, tenemos que establecer la diferencia entre consumidor, cliente y prospecto. El consumidor es el que nos compra sólo una vez o rara ocasión, mientras que el cliente es aquel que siempre nos compra.

Esto es, si vendo autos nuevos es obvio que rara vez me van a comprar; pero si una persona cambia seguido de auto y me lo adquiere a mí, entonces es un cliente. La diferencia estriba en que siempre que una persona desee comprar algo que yo ofrezco, acuda a mi negocio. Aquí empezamos a detectar la labor de los que venden productos de una alta recompra –productos de consumo popular– en el sentido de que es muy difícil mantener a sus clientes.

El prospecto es aquel que me puede comprar, el que hace uso de productos o servicios sustituidos o alternativos a lo que ofrezco. Es aquel que nos puede hacer el consumo, pero no nos conoce.

Actualmente, la definición de prospecto que nos plantea Fisher en su libro Estructura de ventas, publicado en 1995, plantea que "...en las situaciones actuales que vivimos, con las condiciones efímeras e inseguras, de dura situación competitiva dentro del actual mercado dinámico vendedor..." "...ya no puede hablarse del cliente poseído, sino del inestable prospecto. Aquél –el cliente– era razonabl emente seguro, éste, –el prospecto– requiere ser asiduamente cuidado, atendido, servido, mimado, etcétera, es por ello que podemos afirmar enfáticamente que ya no hay clientes.

Estos existieron ciertamente en otros momentos y en otras circunstancias; en la actualidad, el vendedor sólo cuenta para su trabajo con prospectos."

Lo anterior nos indica básicamente dos conceptos:

1. Una fuerte competencia que, muchas veces, es desleal.
2. La fuerte existencia de muchos vendedores con una alta capacitación.

De aquí que sea fundamental que se prepare a los vendedores en los siguientes aspectos:

1.     Principales bondades del producto o servicio que proporciona. Con esto me refiero no a las características del producto (atributos), sino a lo que gana el cliente con adquirir nuestro producto o servicio. Por ejemplo: si vendo autos, no debo mencionar como atributo que es economizador de gasolina o requiere un mínimo de ésta; sino que el cliente ahorra en gasolina por el rendimiento que le da. Si poseo una tienda, no debo decir que mi negocio no cierra para comer, sino que el cliente puede venir a cualquier hora, de ocho a ocho, y siempre encontrará lo que busca.
2.     En aquello que no se ve del producto o servicio (ingeniería del valor). El explicarle al cliente las características propias de lo que ofrecemos, es decirle las palabras técnicas y explicárselas. Por ejemplo, si uno va a adquirir unos tenis, no sólo es el modelo sino para qué los va a utilizar. No sólo vender unos tenis walking, tennis o cross training; sino saber el uso que se les va a dar. El primero es sólo para caminar, el segundo para jugar tenis y el tercero para realizar cualquier deporte. Esto es lo que debemos explicarle al cliente, el motivo por el cual le estamos ofreciendo determinado producto o servicio y no otro.

No olvide también preguntarle al cliente qué es lo que desea y dejar que él tome la decisión, no habrá que presionarlo, pues muchas veces nos hemos encontrado que, aunque nosotros como vendedores sepamos que es lo que más le conviene y con lo que va a ahorrar, no lo desea comprar. Recuerde que lo fundamental es ganar la venta, no la discusión.

3.     Nunca ofrezca una alternativa, sino tres: la ideal, la óptima o la menor. La primera, que generalmente es la más cara, es lo que usted sugiere como lo último o lo más completo. La segunda, es lo que realmente el cliente requiere para satisfacer su necesidad y la tercera es la que el cliente no requerirá. El objetivo de estas tres propuestas es que compre la óptima.

Retomando la definición de prospecto, ésta afirma que el cliente ya no existe, sino que requiere estar continuamente asediado, mimado, etcétera. Por lo que actualmente sólo contamos para nuestro trabajo de ventas con prospectos. Esto nos indica que existe una mayor similitud de productos y servicios, descuentos, competencia desleal, técnicas de venta, etcétera.

Al decir que el vendedor sólo cuenta para su trabajo con prospectos, se refiere a que muchas veces el vendedor con sus clientes establecidos ya sabe que siempre le compran, es importante que no se vuelva un levantapedidos, sino que siempre realice labor de venta por medio de nuevas ideas, nuevos productos/servicios o asesoría al cliente.
Muchos vendedores argumentan que no son levanta-pedidos, sino que tienen tanto tiempo con sus clientes que ya son sus amigos y que "...les quitan mucho tiempo..." Lo que realmente sucede es que no se dan tiempo o no quieren buscar nuevos clientes.

Las principales características para iniciar la búsqueda de clientes son:

1.     Verificar la capacidad adquisitiva. Esto es, si los nuevos prospectos pueden comprar mi producto o servicio. Si cuentan con los recursos necesarios para hacerlo.
2.     Capacidad de decisión. Es forzoso que al ir a buscar nuevos clientes sepamos a quién dirigirnos. Debemos ir directamente con quien decide la compra de un producto o servicio, en caso contrario, con el usuario del mismo.
3.     Conozca la necesidad, el deseo o el temor. Con respecto al satisfactor propuesto no sólo habrá que buscarlos en aquellos clientes que no nos compran, sino también en aquellos que lo hacen, para aumentar el volumen de sus adquisiciones. Cuántas veces nos ha pasado lo siguiente. ¿Por qué compraste esto, si yo también lo vendo? Y la típica respuesta: es que no lo sabía.


Por lo tanto, existen dos tipos de búsqueda para investigar los prospectos:

1.     Interna. La más fácil, pero la menos utilizada. Esta consiste en localizarlos dentro de la empresa por medio de:
ü  Ficheros de prospectos antiguos. Aquellos que nunca nos compraron, pero que obviamente el interés cambia con el tiempo o por las circunstancias. Por experiencia les comentaremos que si ustedes utilizan esta técnica, por lo menos 30% estarán interesados en ver lo que su negocio ofrece.
ü  Prospectos trabajados sin éxito. Generalmente son aquellos que por falta de seguimiento, cambio de políticas o falta de empatía con el comprador, se perdió la venta. Búsquelos y si la razón fue la empatía, mande a otro vendedor.
ü  Contactos con clientes satisfechos, que ya no compran. Para que nos recomienden o iniciar otra venta.
2. Directa. La que a los vendedores les da más flojera realizar, pero la que más frutos les da a mediano plazo.
ü  Tocar puertas. Con los conocidos, lo que se llama venta en frío, por medio de contactos o recomendación.
ü  Peinar zonas. Es igual que el anterior, pero se diferencia en que sí posee un orden y seguimiento.
ü  Llamadas telefónicas. Por medio del directorio telefónico y cámaras.
Por medio de la promoción. Se realiza en exposiciones, ferias y convenciones.
De directorios. Telefónico, cámaras y asociaciones.
De medios impresos. Prensa y revistas especializadas del ramo.

Clasificación de prospectos


Actuales. Los que hoy nos compran y son los que poseen las posibilidades máximas de éxito.
Habrá que tener cuidado de que el vendedor no los deje hasta el último para visitarlos, ya que muchas veces la seguridad era del representante, no del cliente. Esto es típico cuando inicia el mes y se le pregunta a los promotores que cuántos clientes seguros tienen y a los 15 días no los han ido a visitar y por consecuencia no lograron el pedido.
Renovables. Son aquellos que compran con cierta regularidad siempre lo mismo. Para ellos habrá que ofrecerles:
ü  Que aumente su volumen de compra por medio de descuentos, promociones, asesoría al cliente, capacitación, etcétera.
ü  Nuevas aplicaciones o usos a los productos o servicios que ya no está comprando.
ü  Promocionar los productos o servicios que no nos compra.
Si somos distribuidores o fabricantes, hablar con el cliente para que diversifique su mercado e incursione en otros segmentos o nuevos mercados.
Potenciales. Son aquellos que tienen la necesidad de mi producto o servicio, pero no la han descubierto. Estos constituyen un campo de lucha competitiva entre diferentes proveedores y productos. La función del vendedor debe ser la de detectar o descubrir la necesidad y ofrecerle lo adecuado.

Como tratar a los nuevos prospectos

1. La venta debe ser diferente aunque las necesidades del cliente sean las mismas. Uno de los principales problemas de los asesores de ventas, representantes, vendedores, ejecutivos de ventas o como le quiera llamar, es que encuentran a dos clientes con el mismo giro y deseos iguales; y realizan ventas con mismas ventajas competitivas, técnica de venta, demostraciones, aplicaciones y condiciones de pago. Cuando deben ser diferentes y la clave está en preguntarle al cliente el "para qué" quiere nuestro producto o servicio.
Y aunque el "para qué" sea el mismo, entonces habrá que modificar la técnica de venta con base no en los atributos o características del producto o servicio, sino en aquello que va a ganar el prospecto y los valores agregados que le van a ofrecer.
2. Se debe conocer cuál es el ciclo de compra de un producto o servicio que nosotros ofrecemos, pues es común que muchas veces no nos dirigimos a quien toma la decisión o al usuario, sino a un intermediario. Es fundamental que sepamos a quién le vamos a ofrecer nuestro producto o servicio. Ubicar quién es. En caso de buscar distribuidores, tenemos que considerar cuál es el territorio que abarca o cubre, así como su prestigio.
3. En caso de dirigirse a nuevos negocios o nuevos mercados –qué es lo más recomendable, pues se buscan nuevos usos y aplicaciones para lo que nosotros ofrecemos–; debemos verificar si el mercado al que estamos entrando está establecido, así como conocer su mercado potencial o, en su defecto, la posibilidad de crearlo.
Cuando estamos llevando a cabo este proceso, es imprescindible que verifiquemos el mercado al que estamos entrando:
ü  La importancia de la empresa (capital, ubicación, experiencia, prestigio o antigüedad).
ü  Su importancia como posible distribuidor, el tipo de mercado que ataca, el mercado al que está dirigido; entre las cualidades más importantes de un posible cliente.
4. Se le debe conocer al cliente su necesidad, no tanto su demanda, sino cuál es su motivación de compra; el porqué desea determinado producto o servicio.
4.     No olvidar investigar las tendencias del mercado, tanto de sus distribuidores como de sus clientes; y determinar si éstas son por temporada, continuas o por moda.


Motivos por los que los prospectos aumentan


a) Existe un crecimiento demográfico, por lo cual los prospectos aumentan;
b) Un crecimiento paulatino a lo que denominan el tercer mercado, que son el crecimiento de zonas suburbanas a urbanas;
c) Un aumento en el promedio de vida de los habitantes, por lo que las necesidades están cambiando, y
d) Un aumento del poder adquisitivo, debido a que los canales de distribución son más eficientes o menos subdistribuidores

“Tienda un puente de oro por el cual pueda retroceder el adversario” - Sun Tzu



Muchas veces me pregunto y luego de haber ido mutando la idea acerca de la esencia de la profesión –controvertida a conciliadora- , si los abogados estamos capacitados para ver y analizar el conflicto desde una perspectiva distinta, que no sea la netamente “litigiosa”. La pregunta que con mayor frecuencia me hago es si estamos en fuerza de considerar otras alternativas y generar soluciones sin pasar por Tribunales.

Realmente creo que sí. Nuestra formación humanística pude llevarnos a transitar otros caminos mucho menos desgastantes y más alentadores como es en la práctica “La Negociación”, entendida ésta como otro método alternativo de resolución de conflictos.

Claro que negociar no es fácil, pues esta habilidad tiene que ver con profundizar y estudiar muchas cuestiones relacionadas con la sutileza, sensibilidad y hasta con posturas corporales, todo ello, sustentado en una base primordial como es “el cabal conocimiento del tema que será sometido a un plan de negociación”. La improvisación en este aspecto, puede ser fatal y nos llevará muy probablemente al fracaso de toda alternativa de acuerdo.

Pero precisamente, para hablar de negociación, debemos como instancia previa, referirnos al “conflicto”, entendido éste como cualquier situación que nos enfrenta a otra persona precisamente por tener intereses contrapuestos sobre una misma cosa ó situación.

Entonces, ¿cómo generar un clima armonizador que convierta la aspereza que origina el propio conflicto en un ambiente propicio para comenzar a dialogar?

La respuesta puede comenzar a buscarse en pautas vinculadas con la posición que los negociadores asumen en una mesa de negociación, donde podremos encontrar a los “duros, blandos ó cooperativos”. Los primeros, considerarán a la otra parte como su adversario, mantendrán su posición a como dé lugar y no se saldrán de su objetivo, los segundos, considerarán a la otra parte como su amiga y su único anhelo será llegar a un acuerdo aunque tengan que cambiar su posición y los últimos son aquellos que buscarán la integración con la otra parte buscando objetivos comunes y propiciando acuerdos cuya ganancia y durabilidad los beneficie mutuamente. Este último perfil, es, a mi entender, el más conveniente.

Los famosos siete pasos de la negociación exitosa

Seguramente alguno de estos pasos son utilizados de manera inconsciente cuando nos encontramos en una mesa de negociación, pero valdría la pena seguirlos coordinadamente para lograr un adecuado resultado. Estos pasos son:
1. AUTO-ANCLAJE: Tiene que ver con el estado interno con el que llega un negociador a la mesa de negociación. Este estado interno es de suma importancia puesto que será captado por la otra parte (a través del lenguaje verbal y no verbal utilizado por el negociador), e influirá decisivamente en los resultados: Si el negociador llega con un estado anímico de “desaliento”, el interlocutor lo percibirá derrotado y la negociación fracasará, en cambio, si se siente confiado en sí mismo, esto también será captado por la otra parte quien sentirá que ambos pueden buscar una solución conjunta.
2. ESTRATEGIA DE OBJETIVO: Lo que se plantea en este paso el negociador es qué quiere obtener de la negociación, formulando así sus objetivos.
3. ESTABLECER RELACION: Cuando el negociador tiene sus objetivos claros, tratará de transmitirlos tratando de conectarse con la otra parte de manera dinámica. Este paso es muy importante pues de él dependerá que la conexión entre ambos sea clara y precisa para así poder abordar el próximo paso.
4. ENCONTRAR UN MARCO COMUN ARMONIZANDO LOS OBJETIVOS Y RESUMIR: En este paso, el negociador tratará de comprender lo que desea la otra parte , basado en la información que este último le aporta, quien informará acerca de sus objetivos . Se tratará de armonizar los objetivos de ambos.
5. TRAMPOLÍN DE OBJECIONES: Seguramente nos encontraremos con posiciones encontradas entre lo que quiere una parte y la otra. Esta situación aparece precisamente a consecuencia de los dos pasos anteriores. En este escalón se tratará de encontrar soluciones intermedias satisfactorias para las dos partes y si se advierte que no hay entendimiento, deberá el negociador retroceder al escalón tres restableciendo la relación en la forma allí indicada.
6. TRATAR DE LLEGAR AL ACUERDO: A partir de los anteriores estadios se tratará de hacer una proposición. Este escalón es muy importante porque es el momento en el que verdaderamente se toma conciencia de sí el trabajo de entendimiento estuvo bien hecho.
7. ANCLAJE-ÉXITO: Finalmente nos encontramos con el “momento de verdad”. Si todo ha salido bien, ambas partes han alcanzado el objetivo de la negociación entendido como el modelo “gana-gana” ya que ambos se han beneficiado.


Podríamos decir como conclusión de lo dicho, que la negociación gana-gana se basa precisamente en la voluntad de negociar respetando taxativamente los pasos antes señalados en armonía con la otra parte, alcanzando así intereses mutuos.

Finalmente no quisiera dejar de señalar que nuestra profesión nos induce gratamente a ser partícipes de esta alternativa, dándonos la posibilidad de generar acuerdos en un marco de flexibilidad y comprensión mutua que tenga en cuenta las necesidades de ambas partes; sí, leyó bien, “necesidades” pues en la medida que se disipe la idea de posiciones encontradas más rápido podremos encontrar la beta que nos lleve a cerrar contratos con una característica poco común: “La perdurabilidad” .

El que una cuestión cuya apariencia lleve a creer que no habrá otra forma de solucionarla si no es mediante la vía judicial, se transforme en un acuerdo exitoso a partir de la puesta en marcha de un buen plan de negociación, a no dudarlo, depende en gran medida de nosotros... “abogados” .

EL FIN DE LAS TIENDAS DE 'TODO A UN EURO' O POR QUÉ NO LLEGAMOS A FIN DE MES



Las principales empresas del sector están viviendo un mal momento. Y la causa es un problema grave: disponemos de menos dinero porque cada vez tenemos que pagar más
Una de las quejas más frecuentes del sector del libro es que la gente lee cada vez menos. Argumentan que la bajada en las ventas tiene que ver con un aumento del tiempo de ocio dedicado a aficiones diferentes de la lectura, y dada la enorme competencia (televisión, series a la carta, páginas de internet, redes sociales, videojuegos, etc.), es normal que la gente vaya desvinculándose, en un entorno de nuevos hábitos, de la cultura escrita.
Sin duda, es un factor importante para entender las menores ventas del sector, pero no el único, y ni siquiera el principal. El mundo del libro pasa por alto en sus explicaciones un elemento crucial a la hora de explicar las elecciones de compra: toda adquisición requiere de una condición de posibilidad, como es tener el dinero suficiente como para poder elegir. Cuando los recursos escasean, como es el caso, todo aquello que no resulta imprescindible desciende en sus ventas.
Los ingresos con los que cuentan nuestros consumidores son los mismos, pero sus gastos están incrementándose
Esta realidad la están percibiendo de manera muy clara las tiendas de 'todo a un dólar' estadounidenses. Son establecimientos en los que se mezclan artículos de primera necesidad con otros accesorios y cuya baza comercial es el bajo precio, una fórmula que funcionó en España durante un tiempo y que en EEUU fue bien gracias a que existían grandes cadenas que podían negociar precios más bajos con los proveedores. En
España son ya menos frecuentes, ahora hay más tiendas de conveniencia de horarios dilatados, y las empresas que están situando en el sector de los precios bajos tienen más que ver con la alimentación y la ropa.
Este modelo de negocio está viviendo también un momento malo en EEUU. Las acciones de Dollar Tree y Dollar General, las dos empresas principales del sector, han experimentado una bajada sustancial en los últimos meses. La causa es la mala marcha de las ventas.
Un consumidor bajo presión
El CEO de Dollar General, Todd Vasos, asegura pasar mucho tiempo en las tiendas para observar el comportamiento de sus clientes, la clave del negocio. Esa experiencia le permite ser consciente de la principal dificultad que están afrontando: los ingresos con que cuentan los consumidores siguen siendo los mismos, pero sus gastos están incrementándose. Las partidas del presupuesto familiar destinadas a vivienda y salud están aumentando “a un ritmo muy rápido”, lo que, entre otros factores, provoca que cada vez haya menos dinero disponible. "Nuestro consumidor principal está bajo mucha presión”. Esta explicación es compartida por Bob Sasser, el CEO de Dollar Tree, la otra gran empresa del sector. Los ingresos del ciudadano medio están estancados, sus gastos no.
La subida en algunos servicios esenciales, como la luz, ha sido preocupante, mientras que en otros ha sido menos acentuada pero constante
La historia de las tiendas de 'todo a un dólar' excede con mucho la situación concreta de un sector. Es reveladora porque pone el acento en uno de los principales problemas que afronta nuestra sociedad, y que pasa desapercibido porque los indicadores macroeconómicos no lo reflejan. Como sabemos, un país puede crecer a buen ritmo sin que la mayoría de los ciudadanos lo noten, pero también puede conseguir buenas cifras a costa de apretar cada vez más a quienes viven en él, como parece el caso. El crecimiento en los beneficios de muchas empresas se produce demasiado a menudo últimamente a partir de generar más ingresos de las mismas personas. Los precios de servicios esenciales y de aquellos que se utilizan habitualmente aumentan, mientras que los salarios se estancan y en una parte relevante de la población descienden.
Los dos niveles
En el caso español es evidente, ya que la crisis ha provocado que las retribuciones en determinados empleos sean ahora bastante menores que antes del inicio de la recesión. Pero los precios también aumentan. La subida en algunos servicios esenciales, como la luz, ha sido preocupante, mientras que en otros ha sido menos acentuada pero constante. Y, al mismo tiempo, los negocios comienzan a utilizar cada vez un doble nivel en los productos y servicios que venden, el básico y el mejorado, el commodity y el premium, que en teoría permiten que quienes disponen de menos recursos puedan seguir gozando de ellos y que quienes tengan un mejor nivel de vida paguen más por una mayor calidad.
Un buen ejemplo es la comida, ya que los productos basura son económicos, pero los que son necesarios para tener mejor salud han subido mucho su precio
El problema es que la teoría no se corresponde con la realidad, ya que la opción básica esconde un bien o un servicio notablemente deteriorado en su calidad respecto de los de años anteriores. Ya hablamos de algunos casos, como el de los asientos de avión, que resultan ejemplares a la hora de ilustrar cómo lo lo barato de ayer era incluso mejor que lo caro de hoy. Al disminuir la calidad, se ahorra en costes, y al mismo tiempo se empuja a los usuarios hacia los opciones de mayor precio para escapar de la pesadilla básica.
Apretar a los clientes
Ocurre con la comida, ya que los productos basura son económicos, pero los que son necesarios para tener mejor salud han subido mucho su precio. También en la ropa, las comunicaciones o el transporte. Y en la sanidad, a la que aluden los CEO del 'todo a un dólar', las cosas se complican un poco más. La seguridad social cubre las necesidades generales, pero tiene grandes problemas a la hora, por ejemplo de citar para especialistas. Mucha gente optó por pagar un seguro privado para estar mejor atendido, pero la calidad del servicio de estos también se está deteriorando, y cada vez hay más servicios que se quedan fuera de la cuota.
En definitiva, que por un lado u otro, los precios están subiendo para buena parte de la población y los salarios no. Es cierto que no es una situación generalizada, que no ocurre en toda la sociedad, y que hay retribuciones que han aumentado muy por encima de los precios. Pero esas situaciones conforman una parte porcentualmente pequeña de la población. Y en este entorno dualizado, se produce una paradoja, ya que las empresas están obligadas por la lógica financiera a seguir creciendo, lo que no puede ocurrir sin apretar las tuercas a todo el mundo, también a unos clientes que tienen menos dinero. Eso conduce a una situación final en la que los recursos disponibles sean menores, que llegar a fin de mes sea más complicado y que nuestras opciones vitales disminuyan. De paso, también perjudican a algunos sectores comerciales, como el del libro. Y, claro está, producen una sociedad más desigual.